La inclusión financiera digital en tiempos de la COVID-19

La inclusión financiera digital en tiempos de la COVID-19

Autor: Ulric, Eriksson; Purva, Khera; Sumiko, Ogawa; Ratna, Sahay- Julio 01, 2020

La pandemia de COVID-19 podría suponer un punto de inflexión para los servicios financieros digitales y demostrar que la tendencia hacia una mayor digitalización de los servicios financieros no es una moda pasajera. Los hogares de bajo ingreso y las pequeñas empresas pueden beneficiarse enormemente de las ventajas que encierran el dinero móvil, los servicios de tecnofinanzas y la banca en línea. Si bien va a potenciar el uso de estos servicios, la pandemia también ha complicado el crecimiento de los actores de menor tamaño en el sector y ha puesto de relieve la desigualdad en el acceso a las infraestructuras digitales.
La transición hacia los servicios financieros digitales ya estaba contribuyendo a mejorar la inclusión financiera en las sociedades antes de la pandemia. Los confinamientos y el distanciamiento social están acelerando el uso de servicios financieros digitales.

Ventajas más allá de la inclusión financiera
Durante los confinamientos debidos a la COVID-19, los servicios financieros digitales están ofreciendo a los gobiernos la posibilidad de proporcionar apoyo financiero rápido y seguro a personas y empresas a las que es difícil llegar. Esto contribuirá a atenuar las secuelas económicas y posiblemente fortalecer la recuperación.


La tarea pendiente
Tienen que conjugarse varios factores para aprovechar el enorme potencial de los servicios financieros digitales en la era posterior a la COVID-19. Para lograr una recuperación más inclusiva se necesita la igualdad de acceso a las infraestructuras digitales, una mayor alfabetización financiera y digital y datos que no estén sesgados o distorsionados.
Un sondeo realizado a escala mundial puso de manifiesto que los reguladores deben estar al corriente de los rápidos cambios tecnológicos en tecnofinanzas, de modo que puedan garantizar la protección de los datos y del consumidor, la ciberseguridad y la interoperabilidad transfronteriza y entre usuarios. Al mismo tiempo, es importante garantizar que la competitividad en el sector de tecnofinanzas siga teniendo un nivel que permita aprovechar al máximo las ventajas de los servicios financieros digitales.