Las instituciones financieras del Caribe quieren abrir la sombrilla digital

Incluso en tiempos más benévolos no es agradable hacer fila bajo el sol del Caribe, a menos que uno lleve una sombrilla. Si tenemos en cuenta los efectos de las nuevas reglas de distanciamiento, hacer largas filas fuera de las sucursales bancarias y los cajeros automáticos es más que una molestia: es un peligro serio para su salud.
Es por ello que resulta obvio que los bancos han de encontrar una mejor forma de operar.
Los bancos e instituciones multilaterales del Caribe le han dado varias vueltas al tema, y la solución que encontraron es lo que podríamos llamar “sombrillas digitales”, que son maneras de ayudar a los clientes y empleados de los bancos — y a todos los involucrados en el sector financiero — a protegerse de los peligros de la pandemia.
Esto mayormente implica un giro veloz hacia la digitalización. Los bancos necesitan prestar los mismos servicios y más a través de plataformas digitales para evitar al máximo el contacto humano directo, sin perder rentabilidad.
La idea resulta la mejor opción en estos tiempos difíciles. No es novedad que el sector bancario del Caribe — y otros lugares — necesita digitalizarse. Dado que la pandemia ya está causando estragos en todas las economías y varios sectores, y buscamos formas de equilibrar nuestras necesidades laborales y sociales, ¿no deberíamos aprovechar el momento y dar el salto digital que tanto necesitamos?